martes, 19 de enero de 2010

Cochambre


Hay un resto ancestral en mis manos que incendia el delicado mecanismo de los siglos, y las hace circundar inspeccionando la cocina, en busca de las costras que secuestran la limpieza. Sordas buscan una fibra y enjabonadas lijan la interminable mugre que se vuelve la comida.

Desnutro los otros hijos que alberga mi casa, y todo se lo doy a la basura. Líquidos y maravillas derramo que desnuda los heridos quemadores de la estufa. A veces tras los huecos de azulejo quedan migas y gruesas gotas de grasa que no puedo terminar, van poseyendo poco a poco las junturas y fosilizan espíritus de ácaros y microbios.

No es de admirarse que si mi cocina no está limpia no puedo continuar el día, y así sea imprescindible que me marche, una fuerza mítica en las muñecas flexiona mi voluntad y hace de mis manos zopilotes arrebatando desperdicio a las hormigas.

En ocasiones deseo romper el rito donde mis manos se vuelven mandato de antaño y continúan el trayecto que siguió mi madre, mi abuela y todas las mujeres tras de ellas, a la vida absurda de comenzar un extremo y unirlo al mismo punto, para acumular artritis de alimento, grietas de cansancio y calcinar el tacto a restregar y ensuciar para siempre. Me da rabia ceder a que mi esfuerzo termine rasguñando sin tregua los despojos que decoran mi cocina.

2 comentarios:

centro centro dijo...

o que grandilocuente observacion haces del laboratorio, una posicion critica y poetica.

GUILLERMO CLEMENTE dijo...

yo pienso que esta genial este poema, me faltaba decirlo que esta muy padre, creo que es un muy buen poema sobre la condición de género aunque creo q la parte final de las madres y la abuela no hace falta decirlo porque con solo mencionar antes lo de siglos, ancestral se entien, la parte donde usas un lenguaje refinado de los àcaros y microbios la verdad uooohhhhhhhh la verdad hace rato que no me movia un poema, eso dicen de los buenos poemas, no es necesario leer muchos con uno q te diga algo es suficiente genial, lo llevaré al taller amenos qu opines lo contrario
MeMo