jueves, 24 de julio de 2008

Jueves

Julián juró justamente a Jesús. Jesús jódete a Jacinto, júntale injurias, que enjugue sus juegos, me quejo conjuntamente con Justa, que jodió el jueves el jijo de… Jesús crújele los ojos, coraje trajo ese escondrijo de Judas.

Jesús se quejaba encajado. Pendejos quejones, ojala cojearan como el hijo de Jehová. Julián sin cojones, jódetelo tú junto con Justa, tu mujer tan piruja.

Julián juntaba su pasaje a San José, para injuriar a Jacinto ante Jesucristo todos los jueves. Hasta que jorobó tanto a Jesús, que se agarro la pija y bajo con enjundia y le dijo: Mira pendejo, aquí te dejo la respuesta a tus quejas. Se lo juntas al pellejo y lo dejas en jurisdicción de mi jefe. Juntó su ropaje y quejumbroso regreso a su trabajo.

Julián se mojó los bajos por el prolijo Jesús majadero. Regresó a su jacal, dibujando acojonado el lujurioso consejo de Jesús. Llegó jurando, dejar a Jacinto al menos cojo. Buscó en su cajon, sacó su navaja, sujetó sus cojones y conjugaba lo que iba a jurar cuando ese falso mojigato se desgajara en flujos pestilentes. Mientras, Justa se dejaba jinetear por algún forajido lejos de Julián. Jesús seguía encajado.

viernes, 4 de julio de 2008

Baba

La saliva es el principal modo de transmisión de virus entre los amantes. Puedes adquirir desde una infección bacteriana en la garganta hasta Sífilis, y muy probablemente VIH, aunque este último agente sigue siendo polémico.
La saliva es en el medio animal una forma de transmitir antígenos para curaciones de heridas, y más inexplicablemente para dar muestras de afecto.Sirve para peinar, para lubricar y hasta para insultar a alguien. Sus olores varían según la comida, la hora, y hasta el PH de la persona. Su textura suele ser elástica e incolora, parecida a la de las telarañas frescas. Increíblemente no guarda olores, sino que los transporta del estómago a la boca, sin salir de ahi precisamente.
Al secarse, deja una cascara algo dura de color brillante y un olor característico que luchas por arrancarte con los puños. Sale de glándulas que tenemos en el paladar bajo la luengua, la cual la distribuye con cierta uniformidad sobre cualquier superficie que la soporte.
Es capaz de agujerar telas por un cierto contenido ácido que posee. Puede escaparse de las fauces y encharcar un buena porción del lugar. Tiene cierto atributo sensual que lo hace uno de los primeros fluidos en ser analizados por la pareja. Guarda cierta calefacción del cuerpo, y es disponible en variadas cantidades. Puede ser juguete de niños, mecanismo de bebés, palabra que recuerda algo salino, algo que inevitablemente tiende a deshacerce.